"Actividad misionera"
En estos últimos viernes, hemos hablado del apostolado educativo que realizan los agustinos en los colegios y universidades. Hoy comenzamos con otra actividad muy querida por la Orden de San Agustín: las misiones.
La actividad misionera nace del mismo corazón de la Iglesia. Recordamos lo que dijo Jesús a sus discípulos “id por todo el mundo anunciando el evangelio”. Por esto, la Orden de San Agustín, como parte de la Iglesia, y los agustinos, como discípulos de Jesús, también están llamados a ser misioneros.
Dos situaciones misioneras se pueden dar. La primera, la evangelización y la implantación de la Iglesia en los pueblos o grupos humanos en los que no ha arraigado todavía. Es lo que se conoce como misión “ad gentes”, y es lo que hemos celebrado hace poco con la jornada del DOMUND.
Y, la segunda situación misionera, es la ayuda a las Iglesias, fundadas hace ya tiempo, que se encuentran en cierto estado de retroceso o debilidad, como por ejemplo puede ser la Iglesia en Europa.
Tanto en un caso como en otro, cuando los agustinos se plantean la misión del anuncio del evangelio, deben tener en cuenta la situación personal y colectiva de los grupos humanos a los que se dirigen, la cultura en la que estos se mueven.
Se misionero es trabajar para que el evangelio, la vida religiosa, la espiritualidad y apostolado agustiniano, el uso de los recursos y los bienes materiales, sean vividos por las personas teniendo en cuenta su cultura, para que la buena noticia de Jesús cale en sus vidas.
(Constituciones de la O.S.A. 167-169)