Hola, qué tal, cómo estás.
Concluidas las fiestas de Navidad, hemos celebrado este domingo pasado el Bautismo de Jesús. No hace 15 días que Jesús ha nacido y ya lo tenemos con treinta años en el río Jordán.
Y es que no hay tiempo que perder. El día 22 de febrero es miércoles de ceniza, el comienzo de la Cuaresma, y en la primera semana del mes de abril tenemos ya la Semana Santa.
O sea, que dentro de dos meses y medio vamos a recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Tres años de su vida, concentrados en unos 75 días, desde su bautismo hasta su muerte y resurrección.
Podemos comenzar este tiempo de encuentro con Jesús, el predicador del Reino de Dios, el consolador de los afligidos, el sanador de los males corporales y espirituales, con una de sus motivaciones clave en la vida. ¡El amor!
Escuchemos en boca de San Agustín, lo que Jesús nos quiso decir sobre el amor.
“Indudablemente, el Señor nos indicó la plenitud del amor que deberíamos tener unos por otros cuando nos dice: ”no hay amor más grande que dar la vida por los propios amigos”.
El evangelista Juan, en su primera carta nos dice que debemos dar nuestra vida por los demás como ha hecho Cristo dando la suya por nosotros. Deberemos amarnos el uno al otro según el ejemplo que Cristo nos ha dado”.
(Comentario al Evangelio de S. Juan, 84, 1)
Oración
Señor, tú eres mi ayuda para que yo pueda morar en tu amor; mi Redentor para que yo pueda librarme del pecado
(Enarraciones sobre el salmo 18, 16)