Historia y personajes

Escrito el 12/01/2023
Agustinos


Convento San Agustín de Segovia

Los agustinos deseaban fundar un convento en la ciudad de Segovia, urbe de mucha pujanza en el siglo XVI, pero encontraron una fuerte oposición por parte de los Dominico y de algunos particulares. Por fin consiguieron los permisos correspondientes por un breve del Papa Paulo IV y erigieron la fundación el 14 de julio de 1556, contando con la ayuda de los agustinos Fr. Agustín Castelló y Alfonso de Madrid, llegados de la capital de España. El lugar elegido fue un solar de la duquesa de Frías, comprada al Condestable de Castilla D. Pedro Fernández de Velasco.

La primera comunidad estaba formada por nueve religiosos, con Fr. Antonio León como prior, aunque siguieron las disputas hasta que la ciudad intervino y aceptó la instalación de los agustinos, así como también el Sr. Obispo. En este convento profesó en los primeros años el agustino segoviano Fr. Sebastián del Portillo y Aguilar, que fue el autor de la “Crónica espiritual agustiniana”, que es una hagiografía de la orden agustiniana en cuatro tomos. Fue publicada en Madrid en la impresa del P. Alonso de Orozco, en el Colegio de Dña. María de Aragón entre los años 1721 y 1732.

La construcción definitiva del convento duró desde 1570 a 1600 y entre otros arquitectos intervino el prestigioso artista Pedro de Brizuela, aunque la iglesia se pudo inaugurar ya en el año 1597. La iglesia era majestuosa y se estructuraba en un eje sudoeste- noreste y era de cruz latina con una sola nave, con capillas laterales a ambos lados. Contaba con un crucero y una amplia cabecera de planta semihexagonal de trazos góticos. En general la iglesia era de estilo renacentista con diversos elementos góticos, como la planta de cabecera y las bóvedas nervadas. En la fachada tenía la imagen de San Agustín.

El convento fue uno de los más importantes de la Provincia de Castilla y contaba con unos 22 religiosos, que es un número grande, solo posible si la población donde estaba ubicado era importante, y si el cenobio poseía un patrimonio con suficientes propiedades para mantener esa cantidad de religiosos. Los agustinos ofrecían la confesión y los servicios religiosos a los ciudadanos y colaboraban con la catedral en la confesión y predicación.

En el momento de la invasión francesa sufrió desperfectos y despojos por parte del ejército francés, quedando muy perjudicado el convento y con los 18 agustinos expulsados del cenobio Llegará en muy malas condiciones al momento de la desamortización, en que solo contaba con tres religiosos que fueron expulsados del convento, y será vendido en pública subasta, así como sus propiedades.

La iglesia del antiguo convento se utilizó de almacén militar en 1853. A principios del siglo XX el convento e iglesia fueron demolidos, a pesar de las quejas del artista Daniel Zuloaga. Tras la guerra civil, en el solar se construyó el hospital provincial y se usó la cabecera de la iglesia de monumento a los excombatientes del bando nacional. Todavía en el año 2018 se cayó una parte de los restos del convento agustino. Hoy la memoria de los agustinos queda en Segovia en una calle llamada Travesía San Agustín.

 Fr. Ricardo Paniagua