Historia y personajes

Escrito el 19/01/2023
Agustinos


Convento San Agustín de Murcia

El convento de San Agustín de Murcia era uno de los cenobios más importantes de la Provincia de Andalucía, por el número de religiosos que habitaban en él, ya que residían una veintena de miembros, y todavía vivían 16 agustinos en 1834, en el momento de la desamortización. Como sucede con otros conventos, su fundación está rodeada de leyendas y datos difíciles de confirmar, como la que dice que fue creado con la llegada del Rey Alonso X. Lo que parece seguro es que se instalaron en la ciudad en 1511 extramuros de la urbe, en la Puerta de Castilla, permaneciendo allí hasta 1579 en que se trasladaron a la ubicación definitiva.

Los agustinos iniciaron la construcción del convento e iglesia que se prolongará hasta el siglo XVIII, aunque fue inaugurada la iglesia en 1689, incluyendo en ella la capilla de la Virgen de la Arrixaca, antigua patrona de la ciudad y de gran devoción para los murcianos, y construida a expensas del marqués de Corvera, D. Pedro Molina. Sufrió graves desperfectos en la gran riada de 1651, lo que obligó a reedificar el inmueble. Todavía en el siglo XVIII faltaba construir la fachada de la iglesia, que resultó majestuosa, enmarcada con grandes columnas romanas procedentes de un templo romano que había en Monteagudo, y que han llegado hasta nuestros días.

La iglesia del convento tiene planta de cruz latina con capillas laterales entre los contrafuertes. La nave central se cubre con una bóveda de cañón con lunetos, dividida en siete tramos. En el crucero hay una cúpula sobre pechinas, y al final de la nave está el coro alto. Los dos brazos del crucero terminan en ábsides semicirculares, cubiertos de bóvedas de cuarto de esfera. Se trata de un inmueble de estilo barroco y cuyo interior estuvo decorado en sus paredes por el pintor italiano Pablo Sístori. De esta iglesia nos queda como original la fachada rematada por un frontón en el que está una escultura de la Virgen de la Arrixaca, y hoy está empleado el edificio por la parroquia de San Andrés.

En 1834 fue asaltado el convento agustino por las turbas liberales que intentaron quemar la iglesia y el convento. Tras la desamortización fue destinada  la iglesia a polvorín y otros usos, sufriendo los destrozos de esa circunstancia. El año 1846 fue demolido el convento, sirviendo el solar para construir la plaza de toros. Como es de suponer todos los tesoros y retablos fueron destruidos o robados, no llegando hasta nosotros ningún objeto valioso original. Durante la guerra civil española volvió a ser utilizada la iglesia como taller y garaje, siendo reconstruida al terminar la guerra y volviendo a recibir el culto de sus feligreses.

El convento poseía noviciado y estudios de Filosofía y Teología, impartidas por un religioso con el título de lector. Como en otros conventos agustinos se dedicaban a atender en el confesonario y en la predicación, además de cuidar el culto hacia la patrona de la ciudad La Virgen de la Arrixaca.

 Fr. Ricardo Paniagua