Píldoras de San Agustín

Escrito el 06/02/2023
Agustinos


 

Hola, qué tal, cómo estás.

Comenzamos una nueva semana, la segunda del mes de febrero. En ella nos encontramos con varios acontecimientos.

En el ámbito agustiniano tenemos, el día 7, la celebración del Beato Anselmo Polanco, obispo agustino de Teruel, que fue asesinado en la guerra civil española.

Al día siguiente, la Iglesia recuerda a Santa Josefina Bakhita, la patrona de Sudán, en África, que fue una religiosa africana con nacionalidad italiana, que pasó de ser esclava a convertirse en santa.

El día 11 le toca el turno a la Virgen María, con la advocación de Ntra. Sra. de Lourdes, en Francia. Allí se apareció a tres niños solicitando que el mundo hiciera penitencia y oración.

Por su parte, la Iglesia española, a través de su ONG “Manos Unidas” tiene, a lo largo de la semana, las “Cenas del Hambre” y, el próximo domingo, la jornada de recogida de donativos.

En todos estos acontecimientos hay algo en común, el amor. Y, San Agustín, no señala que el peso de cada uno es el amor que tiene. Escuchemos al santo de Hipona:

“Todo cuerpo, por su peso, tiende a colocarse en el lugar que le es propio. El fuego sube a lo alto, mientas la piedra cae a lo bajo. Los elementos que no están en su lugar, se agitan hasta encontrarlo.

Lo mismo nos sucede a nosotros. Mi peso es mi amor; a donde yo vaya, es él quien me guía. Por medio del amor de Dios alcanzamos solos el fuego y moviéndonos hacia lo alto, encontramos nuestro lugar y nuestro descanso”.

(Confesiones 13, 9)

Oración

¡Señor, ven a mi alma, que tú has preparado para que te acoja, inspirando en mí este deseo de tu bondad! 

(Confesiones 13, 1)