Sabías que...

Escrito el 17/02/2023
Agustinos


 

"Una formación verdadera y completa"

Estas semanas pasadas hemos hablado de las distintas etapas de formación por las que tiene que pasar un joven que quiere ser religioso agustino. Así, hemos visto algunos rasgos de las etapas del aspirantado, prenoviciado, noviciado y profesorio.

A lo largo de todos estos años de formación, el candidato conoce y experimenta el sentido y las implicaciones que tiene la vida religiosa agustiniana. Para que esto se de bien, está siempre acompañado por religiosos, nombrados por el Superior, que se preocupan de todos los aspectos de su vida, tanto material como espiritual.

En este camino emprendido por los candidatos, y para que la formación sea verdadera y completa, se necesita contar con la cooperación constante de toda la Familia Agustiniana. En este caso cabe destacar la cooperación de la misma comunidad donde residen los formandos y que se da, principalmente, a través del testimonio de vida de cada uno de los Hermanos que viven en ella.  

Los hermanos que acompañan de forma directa a los candidatos, deben estar dotados de las mejores cualidades: maduros, con una profunda experiencia de Dios, con gran amor a la Orden y de espíritu religioso y agustiniano, de modo que, unidos a los candidatos por el vínculo de la caridad, den testimonio, tanto con su vida como con su doctrina, del único Maestro, Cristo.

De esta manera pueden constituir, entre ellos mismos y los demás Hermanos de la comunidad, junto con los jóvenes formandos, la auténtica Familia Agustiniana que responda a la oración del Señor “Que sean uno”, y se fomente en los candidatos el gozo de la propia vocación religiosa.

  (Constituciones de la O.S.A. 212-215)