Píldoras de San Agustín

Escrito el 27/02/2023
Agustinos


 

Hola qué tal, cómo estás.

Nos encontramos en la primera semana de la Cuaresma. Y, en este domingo pasado, hemos escuchado en la Misa el evangelio donde se nos narran las tentaciones que sufrió Jesús en el desierto.  

Allí, el tentador le ofrece a Jesús, como objetivo de su vida, el poseer cosas, tener poder, fama, éxito. Pero él no cae en este planteamiento. Reafirma que el sentido de su vida es hacer la voluntad de su Padre, Dios.  

Nosotros los cristianos también tenemos las mismas tentaciones que tuvo Jesús. Por eso, la Iglesia nos propone que, en el tiempo de Cuaresma, revisemos nuestra vida para ver cómo nos va con ellas. Que reflexionemos hasta qué punto son las que dan sentido a nuestro ser y quehacer de cada día.

Claro que a nosotros no nos van a ofrecer todos los reinos de este mundo, como a Jesús, o el poder para convertir las piedras en pan, o tirarnos desde un monte para que un ángel nos recoja de forma milagrosa que nos otorgue éxito y fama.

Pero sí tenemos tentaciones a nuestro alcance que se van apoderando de nuestra mente y corazón.  Y, poco a poco, van ocultado la voluntad de Dios en nuestra vida. San Agustín nos previene contra esto cuando nos dice:

Ya que somos seres humanos no podemos evitar los errores, incluso los de poca monta. Lo que importa en todo caso es no ignorarlos y olvidarlos, pues los ríos se hacen de pequeñas gotas de agua. Una pequeña falla en una barca, si no se nota y controla a tiempo, es suficiente para hundirla. Gota a gota el casco se anegará y la barca se hará cada vez más pesada hasta que no pueda navegar más.

(Sermones 58, 9-10)

Oración

Señor, te entristeces por el mal, pero no sientes dolor.

(Confesiones 1, 4)