Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life
La Gracia de Dios
Hemos de formarnos una idea exacta de la gracia de Dios por mediación de Jesucristo, nuestro Señor, por la cual solamente son librados los hombres del mal y sin la cual no hacen absolutamente ningún bien, ora de pensamiento, ora de deseo y amor, ora de obra; ella no sólo les da a conocer la doctrina del bien, sino también les comunica fuerzas para practicar con gusto lo que saben. Pues esta inspiración de buena voluntad y de fuerza pedía el Apóstol para aquellos a quienes decía: Con todo, rogamos a Dios para que nada malo hagáis; no para que nosotros aparezcamos como calificados, sino para que vosotros obréis el bien. ¿Quién al oír estas palabras no abrirá los ojos, confesando que de Dios nos viene la ayuda para no obrar el mal, sino el bien? Pues no dice el Apóstol: os avisamos, enseñamos, exhortamos, reprendemos, sino: Rogamos al Señor para que no hagáis el mal, sino el bien. Y, no obstante, también les hablaba y les hacía cuanto he mencionado: amonestaba, enseñaba, exhortaba, corregía; mas sin ocultársele que toda su labor y ministerio público de plantar y regar carecía de valor si sus plegarias en favor de ellos no eran escuchadas por el que da el desarrollo en lo íntimo de los corazones. Pues, como dice el mismo Doctor de los gentiles, ni el que planta es algo ni el que riega, sino el que da crecimiento, que es Dios.
San Agustín, La corrección y la Gracia 2,3