Habla San Agustín

Escrito el 14/03/2023
Agustinos


Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life

La limosna

Dios nos busca a nosotros mismos, no nuestras cosas. El sacrificio del cristiano es la misericordia para con el pobre; por ella Dios se muestra benévolo con los pecados. Si Dios no se muestra benévolo con los pecarlos, ¿habrá alguien que no sea reo? Mediante la limosna, se purifican los hombres de aquellas faltas y pecados sin los cuales es imposible pasar por esta vida. Existen dos clases de limosnas: una consiste en dar y otra en perdonar; dar del bien que posees y perdonar el mal que sufres. Cuán brevemente resumió estas dos clases de limosnas el Señor y maestro bueno, que abrevió la palabra sobre la tierra, para que fuera fructífera y no pesada, escuchadlo: Perdonad y se os perdonará -dijo-; dad y se os dará. El Perdonad y se os perdonará se refiere a la segunda clase; el Dad y se os dará, a la primera. Con aquella limosna con la que perdonas al hombre no pierdes nada. Fijaos: te pide perdón de inmediato, le has perdonado, nada has perdido. Has vuelto a casa ensanchado por la caridad. El otro tipo de limosnas por el que se nos ordena dar a los necesitados parece pesado, porque lo que uno da, eso dejará de poseer.

San Agustín, Sermón 42, 1,1