MONS. MATEO COLOM CANALS, OBISPO DE HUESCA
Fr. Mateo Colom nació en Soller, en la isla de Mallorca, el 10 de abril de 1879. Entró en el Seminario de Palma de Mallorca, donde cursó estudios humanísticos y Filosofía durante seis años. Era muy devoto de una agustina venerable de Palma y conoció al hno. Agustino Fr. Santiago Cuñado, residente en el seminario y que dirigía los trabajos del futuro colegio agustino de Palma, y ese conocimiento le hizo dar un giro en su vida y entró en el Colegio de los PP. Agustinos de Valladolid en 1895, completando sus estudios eclesiásticos en el monasterio de La Vid, siendo ordenado de presbítero en 1902. Después de pasar un año en el colegio de Alicante y en Bilbao fue destinado a Colombia en 1905, con la misión de restaurar la provincia agustiniana americana.
En el país andino pasó por varias casas de Barranquilla, Facatativá y Bogota, adquiriendo una gran fama de predicador por su forma y contenido. Fueron frecuentes sus artículos en defensa de la religión y de la tradición cristiana del país en las revistas y prensa de Bogotá, apelando a la herencia cristiana llevada a cabo por España a lo largo de varios siglos. Precisamente por esos trabajos fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia Hispano Americana. Su valía y claridad de exposición de las ideas cristianas hizo que el delegado papal le eligiera como secretario particular, acompañándole cuando éste se trasladó a la Nunciatura de Madrid en 1913.
En los años siguientes colaboró con el delegado papal en la burocracia de la Nunciatura y siguió enviando algunos trabajos a la revista España y América, manteniendo siempre lazos con su querida Colombia. Fue elegido obispo auxiliar de Toledo en 1921, siendo consagrado obispo en el monasterio de La Vid en 1924 y al año siguiente preconizado obispo de Huesca. En la pequeña ciudad altoaragonesa comenzó su labor pastoral en unos años difíciles por la situación política del momento. Mejoró la formación en el seminario diocesano y fundó el periódico “Montearagón” en 1927, intentando contrarrestar la influencia antirreligiosa de la prensa de la ciudad. El ambiente político y social se fue enrareciendo al final de la Dictadura por las fuerzas de oposición, que culminó con la sublevación de Jaca de 1930 y la proclamación fallida de la República.
Al proclamarse la Segunda República se reforzó la oposición contra el obispo Colom, en una zona de fuerte influencia anarquista, llegando a peligrar su vida. Le recomendaron que saliera de la ciudad, dirigiéndose a Mallorca y residiendo en su patria, el pueblo de Soller, aunque siguió dirigiendo desde allí su diócesis y enviando sucesivos escritos y circulares para la orientación cristiana. También colaboró en lo que le pidió el arzobispo de Palma y llevó a cabo visitas diocesanas. Falleció en diciembre de 1933 en Soller a los 54 años, siendo enterrado en la iglesia de San Bartolomé, donde había sido bautizado.
Ver “Mons. Fr. Mateo Colom Canals (1879 – 1933) Obispo de Huesca (1923 – 33) Ed. Monte Casino, 2002. P. Fernando Campo del Pozo
Fr. Ricardo Paniagua