Historia y personajes

Escrito el 06/04/2023
Agustinos


El convento San Agustín de Málaga

El origen del convento agustino en la ciudad de Málaga se remonta al siglo XVI, en que el obispo de la ciudad entregó a los agustinos la ermita de Santa Catalina en 1514, situada en las afueras de la ciudad. Muy pronto recibieron el apoyo de algunas familias de la ciudad, como el Comendador D. Rodrigo Díaz de Rojas, que junto con su mujer pagaron la construcción de la capilla mayor. Este convento pertenecía a la Provincia Agustiniana de Andalucía, aunque no alcanzaba la importancia de los de Sevilla, Córdoba y Cádiz.

Pocos años después permutaron la ermita y las posesiones cercanas por unas casas en el casco urbano de la ciudad, propiedad del Alcaide Diego de Narváez, Caballero de Santiago. La finalidad de este cambio, no era otro que construir un convento en el centro de la ciudad, y para ello se contrató los servicios del arquitecto Diego de Vergara, que también había trabajado en la catedral. El primer elemento a construir era la capilla mayor, contando con la la ayuda económica del hermano del alcaide, Don Pedro de Narváez, que incluyó los símbolos de su familia en la construcción.

La iglesia era de tres naves, con la central cubierta con una bóveda de cañón y lunetos, separado por molduras. Los arcos se apoyaban sobre columnas de estilo corintio, adquiriendo una gran luminosidad el interior. Siguiendo una tradición propia de Andalucía, delante de la iglesia se decora la fachada con un patio y jardines a modo de pórtico. La sillería de coro tenía un gran valor y estaba decorada con diversos motivos agustinianos. Esta iglesia ha sido sede la Cofradía de la Salud y también de la famosa cofradía de la “Pollinita”.

En este convento vivieron una quincena de religiosos. Era casa de estudios y se enseñaba Filosofía, Teología y Matemáticas. Había un maestro, dos lectores de Filosofía y uno de Teología. Además residían 8 coristas y un lego, sumando la comunidad 16 religiosos. También ejercían de confesores y predicadores al servicio del obispo. En 1820 la comunidad quedó reducida a 11 y a seis en 1835, en el momento de la desamortización.

Al llegar la desamortización el convento será utilizado para diversos usos, aunque la iglesia no se cerró y era gestionada por el obispado. El convento pasó al Estado y fue usado por el Ayuntamiento para algunos servicios públicos, como cuartel de la Guardia Civil. Después de muchos años de ausencia de los agustinos de la ciudad, en 1918 la recién creada Provincia Agustina Matritense se instaló en lo que quedaba del antiguo convento agustino y se hicieron cargo de la iglesia del mismo, estableciendo un colegio de enseñanza.

El proclamarse la 2ª República en España el 14 de abril de 1931, se producirá asaltos y destrucciones de iglesias y conventos, pero el mayor desastre tendrá lugar los días 10 al 13 de mayo de 1931. Una de las ciudades más afectadas por estos hecho fue Málaga; en esos días fueron incendiados y asaltados muchos conventos e iglesias, siendo uno de ellos el de los agustinos, que fue seriamente dañado. Vivían ese año en el convento 24 religiosos que tuvieron que salir del edificio, después de sacar a los escolares. Todavía sufrirá aún más este colegio agustino al llegar la Guerra Civil. Debido a la inestabilidad de los años previos, apenas quedaban en el colegio ocho agustinos. El día 18 de julio se repartieron por casas de amigos los seis agustinos, pero cuadro de ellos serán sacados por los milicianos y fusilados.

En la actualidad los agustinos se mantienen en la Málaga, donde atienden a la iglesia de San Agustín y han instalado en las afueras un gran colegio, llamados de Los Olivos, que uno de los mejores de la ciudad.

Fr. Ricardo Paniagua