Píldoras de San Agustín

Escrito el 17/04/2023
Agustinos


 

Hola qué tal, cómo estás.

Hemos comenzado la segunda semana de Pascua. Ayer domingo hemos visto a los seguidores de Jesús escondidos, tristes. Se sienten abandonados, con miedo. Pero, cuando se les aparece Jesús, todo cambia. La oscuridad se convierte en luz, la soledad en presencia.

Nosotros, en muchas ocasiones, nos sentimos como los discípulos antes de tener la experiencia del encuentro con Jesús resucitado. Estamos con miedo, nos sentimos abandonados, la vida está cuesta arriba, todo parece oscurecerse.  

En nuestro caso, no nos vamos a encontrar con Jesús cara a cara. Pero, la paz que nos deja el Resucitado, fortalece nuestra fe. Nos da la confianza en la presencia del Espíritu del Señor en medio de nuestra vida, trabajo, relaciones personales.

Y es que, acabamos de celebrar la Semana Santa. Ha sido un chute de fe, esperanza y amor. Algo que tenemos que cuidar para que nos dure el resto del año. Es nuestro alimento para los momentos difíciles.

En este sentido, San Agustín compara nuestra vida de fe a lo que hacen las hormigas. Nos dice lo siguiente:

 “Imita a la pequeña hormiga; sé una hormiga de Dios. Escucha la palabra de Dios y escóndela en tu corazón. Recoge mucho alimento durante los días alegres de tus veranos espirituales. Serás capaz de soportar los días difíciles de la tentación durante los inviernos de tu alma”.

 (Sermones 38, 6)

Oración

“Señor; tú eres deliciosos alimento para los puros de corazón”

 (Confesiones 13, 21)