Píldoras de San Agustín

Escrito el 01/05/2023
Agustinos


 

Hola qué tal, cómo estás.

Comenzamos el mes de mayo, un mes que, para los católicos, tiene sabor a Virgen María. Y, lo iniciamos, acordándonos de San José Obrero, patrono de los trabajadores y trabajadoras, fecha que coincide con el Día Mundial del Trabajo. 

Este día del trabajo nos afecta a todos, tengamos la edad que tengamos y estemos donde estemos. Y esto, porque no solo se trabaja para tener las necesidades materiales básicas cubiertas, como son comer, vestir, tener un techo donde cobijarse, medios para curar las enfermedades, educación, etc…

También todos necesitamos trabajar, a lo largo de la vida y allí donde nos encontremos, para satisfacer la necesidad básica de espiritualidad que tenemos los seres humanos en el corazón desde que nacemos hasta que morimos.

Y es que, para considerarse creyente, ya sea en una cosa o en otra o, especificando un poco más, llamarse cristiano, se necesita reflexión, esfuerzo, trabajo, dedicación. Ponerse un título, un nombre, es fácil; pero ser lo que decimos ser, es otra cosa.

Así nos lo recuerda San Agustín en uno de sus comentarios a la 1ª Carta de San Juan:

 “¡Muchos se dicen cristianos, pero en realidad no lo son! No son lo que la palabra significa: no lo son en la vida, en las costumbres, en la fe, en la esperanza y, muchos menos, en la caridad”.

(Comentario a la I Carta de S. Juan 4,4)

Oración

“Señor Dios mío, soy pobre y sin ayuda, pero tú eres generoso con todos aquellos que se dirigen hacia ti y cuidas de nosotros. Protege mis labios, los del cuerpo y los de la mente, de toda imprudencia y mentira”

 (Confesiones 11, 2)