Domingo con San Agustín

Escrito el 07/05/2023
Agustinos


 

Domingo V de Pascua 7 de mayo de 2023

Juan 14, 1-12

Prepara al hombre, no su morada

En este evangelio del Domingo V de Pascua el Señor Jesús ya nos va preparando a su partida. Después de vivir con ellos, les va anunciando su marcha a la casa del Padre. Pero no es un abandonarnos, sino que va a estar con nosotros para atraernos a su reino de felicidad, para prepararnos un sitio en la casa del Padre. San Agustín nos dice que la casa del Padre es su Templo santo, y que nosotros somos su templo, en cuanto nos dejemos salvar, en cuanto permanezcamos en él y seamos como la semilla buena que da mucho fruto porque vivimos de él.

Pues bien, en cierto modo prepara moradas: preparando para las moradas moradores. En efecto, porque dijo: «En la casa de mi Padre hay muchas moradas», ¿qué suponemos que es la casa de Dios sino el templo de Dios? Pues bien, que se interrogue al Apóstol qué templo es ése y responda: Pues santo es el templo de Dios, que sois vosotros. Éste es también el reino de Dios que el Hijo va a entregar al Padre; por eso: al inicio, Cristo; después quienes son del Mesías en su presencia; después el final, cuando haya entregado el reino al Dios y Padre, esto es, haya entregado a su Padre, para contemplarlo, a quienes redimió con su sangre. Éste es el reino de los cielos, del cual se dice: El reino de los cielos es similar a un hombre que siembra en su campo semilla buena. Ahora bien, “la semilla buena” son éstos, los hijos del reino; aunque ellos tienen ahora cizaña entremezclada, al final enviará el rey en persona a sus ángeles y recogerán de su reino todos los escándalos. Entonces, en el reino de su Padre brillarán como el sol los justos.

Señor, prepara así lo que preparas, pues nos preparas para ti y te preparas para nosotros porque preparas lugar para ti en nosotros y en ti para nosotros. En efecto, tú has dicho: Permaneced en mí y yo en vosotros. En la medida en que cada cual fuere partícipe de ti, uno menos, otro más, ésta será la diversidad de premios según la diversidad de méritos; ésta será la multitud de moradas según la diferencia de moradores, pero en todo caso todos vivos en la eternidad y felices sin fin. ¿Qué significa que te vayas? ¿qué significa que vengas? Si entiendo bien, no te retiras de allí adónde vas, ni de dónde vienes: te vas ocultándote, vienes manifestándote. Pero, si no permaneces gobernándonos para que progresemos viviendo bien, ¿cómo será preparado el lugar donde podamos permanecer disfrutando?

Sobre las palabras evangélicas que se han leído públicamente, hasta donde el Señor confirma «De nuevo vengo y os tomaré junto a mí mismo», quede suficientemente dicho esto. En cambio, qué significa lo que sigue: Y sabéis a dónde voy yo y sabéis el camino, lo escucharemos mejor y lo trataremos más a propósito tras la pregunta que sigue, hecha por un discípulo, cual si mediante éste preguntásemos también nosotros. 

Comentario sobre el evangelio de san Juan 68, 2-3