Hola, qué tal, cómo estás.
Hemos celebrado el día de Pentecostés, de la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos. Es el comienzo de la misión, del anuncio del Reino de Dios por parte de los primeros amigos de Jesús, a los que seguirán después muchos más, formándose poco a poco la comunidad cristiana, la Iglesia.
En nuestra sociedad española, hemos tenido las elecciones municipales y las elecciones de algunos de los gobiernos de las autonomías del territorio español. Esperamos que las personas elegidas para dichos cargos abran su mente y corazón al Espíritu Santo que habita en todo ser humano para que, en todo momento, busquen siempre el bien común de todos los ciudadanos.
En el ámbito de la Iglesia, este domingo pasado muchos jóvenes, han recibido el sacramento de la Confirmación. Ellos han dicho que sí al seguimiento de Jesús de una forma consciente y personal.
Y cómo se puede saber si el Espíritu Santo está en nosotros o no. Para San Agustín es muy fácil, nos lo indica en el siguiente texto:
“¿Cómo sabemos que hemos recibido el Espíritu Santo? Hay que preguntarlo a nuestro corazón.
Si amamos al prójimo, el Espíritu de Dios está en nosotros.
Debemos ponernos a prueba delante de Dios para ver si en nosotros hay amor por la paz y la unidad y amor por la Iglesia extendida en todo el mundo”.
(Comentario a la I carta de San Juan 6, 10)
Oración
Señor, mi Dios, haz que mi alma te alabe, para amarte; te confiese los actos de tu misericordia para alabarte”.
(Confesiones 5, 1)