Historia y personajes

Escrito el 06/07/2023
Agustinos


Mons. Fr. Pedro Manrique, Arzobispo de Zaragoza

Fr. Pedro Manrique fue un destacado agustino que ejerció su labor entre el reinado de Felipe II y Felipe III, muriendo en Zaragoza, cuando ocupaba la sede aragonesa. Pertenecía a la familia noble de los Manrique de Lara y ejerció los cargos de Prior, Vicario General y Provincial, hasta que en 1600 fue nombrado obispo de Tortosa y más tarde arzobispo de Zaragoza.

Nació en Crotone en 1553, Calabria, donde su padre estaba de gobernador de la ciudad y Caballero de la Orden de Santiago. Se educó, al igual que su hermana Ana en el palacio real y fue paje de Felipe II. En 1569 decidió entrar en el convento agustino de Talavera de la Reina, y al año siguiente realizó la profesión religiosa. Estudió Artes y Teología, siendo ordenado sacerdote en 1574. Desde muy pronto fue nombrado prior de Toledo, Segovia y Pamplona, y terminó residiendo en San Felipe El Real, con el título de Predicador Mayor. En esa función predicó en el funeral de Fr. Alonso de Orozco, que ya tenía fama de santo.

En 1592 viajó a Italia para asistir al Capítulo General, en el que fue nombrado Asistente General de las provincias ultramontanas. A su vuelva se reunió con el rey Felipe II para informarle de las gestiones realizadas en Roma. Como Visitador General asistió al capítulo celebrado en Dueñas en 1595, y en ese momento fue elegido provincial de la Provincia de Castilla. A continuación prosiguió sus visitas y presidió el capítulo de la Provincia de Andalucía y después el de Aragón.

Al terminar su mandato de provincial residió en el convento de S. Felipe el Real y le predicó en las exequias a la muerte de Felipe II. En 1600 fue propuesto para el obispado de Tortosa por el Rey Felipe III. Recibido el permiso de su provincial Fr. Agustín Antolinez aceptó el cargo. Realizó la visita pastoral y asistió al Concilio Provincial en Tarragona. Tuvo que intervenir el problema morisco y fue partidario de trabajar en su conversión y no en la expulsión, aunque el Rey Felipe III decretó la expulsión de los moriscos en 1609. A Fr. Pedro Manrique se le encargó el título de Virrey de Cataluña, por lo que hubo de trasladarse a Barcelona, procurando resolver la cuestión de las propiedades que habían dejado los moriscos.

En 1611 fue nombrado arzobispo de Zaragoza, abandonando la ciudad condal y tomó posesión el 28 de agosto de ese año. Realizó la visita ad limina a la diócesis y celebró un concilio provincial que clausuró en marzo de 1615. Las actas del mismo quedaron inéditas, ya que murió de forma repentina el 7 de julio de ese año. Su cadáver fue enterrado en la capilla de Ntra. Sra. de las Nieves, de la sede catedralicia, que fue restaurada por su hermana Dña. Ana Manrique de Lara

Fr. Ricardo Paniagua