Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life
El alma es llevada por el amor
Si fuéramos bestias, amaríamos la vida carnal y lo que les conviene a los sentidos; esto sería un bien suficiente para nosotros, y si nos encontráramos bien con esto, no buscaríamos otra cosa. Igualmente, si fuéramos árboles, no amaríamos ciertamente nada con un movimiento sensible, aunque parecería como que apeteciéramos aquello que nos hiciera más fecundos y fructuosos. Si fuéramos piedras, olas, viento, llama u otra cosa semejante, sin vida ni sentido alguno, no nos faltaría, sin embargo, algo así como cierta tendencia hacia nuestros lugares y nuestro orden. Son como amores de los cuerpos la fuerza de sus pesos, ya tiendan hacia abajo por la gravedad, ya hacia arriba por la levedad. En efecto, como el alma es llevada por el amor adondequiera que es llevada, así lo es también el cuerpo por el peso.
San Agustín, La ciudad de Dios, XI, XXVIII