Píldoras de San Agustín

Escrito el 11/09/2023
Agustinos

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Hola, qué tal, cómo estás.

Excepto los que han tomado las vacaciones ahora en septiembre, que son los menos, todos los demás nos encontramos ya de vuelta del descanso y hemos comenzado la rutina diaria. Otros dirían que hemos vuelto a la cruz de cada día.

Porque, por unas cosas o por otras, en el acontecer diario y ordinario del trabajo, de la vida familiar, del trato con los vecinos, del encuentro con los amigos, del estudio, nos encontramos con situaciones de cruz, de dolor.

Por eso es que nos cuesta, en muchos casos, volver a la vida cotidiana de las relaciones y de los trabajos. ¡Qué poco ha durado la vida extraordinaria que hemos llevado en las vacaciones!

Es la cara y la cruz de la vida en este mundo. No hay una sin otra. Ambas dimensiones integran la misma moneda que es nuestro existir. Una cruz que nos puede producir sufrimiento en el corazón, la mente, el espíritu, pero que, según como la vivamos, nos puede llevar a la luz.

Recordemos con San Agustín cómo, a través de la Cruz de Jesús, hemos recibido la salvación. Escuchemos sus palabras en esta semana en la que celebramos el día 14 la exaltación de la Cruz:      

“Debes saber esto: así como la madera del arca salvó a los justos del diluvio, así, por medio de su Cruz de madera, Cristo, el Dios de la Iglesia y el Rey, nos salva del diluvio en el mar de este mundo. En el símbolo de una cosa hecha de madera nos ha dado a los seres humanos un presagio del juicio por venir y de la salvación de los justos”.

(Instrucción a los catequistas 31)

Oración

Señor, ayuda a quienes se vuelven hacia ti. Sálvanos y así podremos ir hacia ti.

(Enarraciones sobre el salmo 17, 15)