Historia y personajes

Escrito el 09/11/2023
Agustinos


Fr. Agustín Antolínez. Arzobispo de Santiago

Sin duda, Fr. Agustín Antolínez fue uno de los agustinos más sobresaliente del siglo de Oro Español. Sus títulos y servicios lo ponen de manifiesto: catedrático en diversas cátedras en Salamanca, reformador de la Orden, tres veces provincial de la Provincia de Castilla, escritor y obispo de Ciudad Rodrigo y arzobispo de Santiago de Compostela.

Había nacido en Valladolid en el seno de una familia noble el año 1554. Entró en el noviciado en el convento de su ciudad en 1570 y profesó al año siguiente. Concluidos los estudios de Artes, se trasladó a la universidad de Salamanca para estudiar Teología, siendo ordenado sacerdote por el obispo de la ciudad. Después de un breve tiempo como profesor en el convento de Haro, regresó a Salamanca para obtener los títulos de bachiller, licenciado y maestro de Teología, que obtuvo en 1586.

Ejerció diversas funciones en la universidad, defendiendo a alumnos y profesores. En ese tiempo ayudó a los religiosos reformados de S. Francisco, a las agustinas de Madrigsl y a los jesuitas. Fue encargado de redactar las cartas de canonización de Sto. Tomás de Villanueva y celebró las fiestas por la canonización de Santa Teresa de Jesús. Promovió en la universidad de Salamanca el Juramento y Voto inmaculista a la Virgen María,  que se hizo en 1618. Desde muy pronto opositó a diversas cátedras, consiguiendo varias de ellas, que culminaron con la oposición a la de Prima de Teología, que obtuvo en 1609. Fr. Agustín Antolínez perteneció a la escuela agustiniana, junto a Juan de Guevara, Pedro de Uceda, Pedro de Aragón, Martín de Córdoba y Fr. Luis de León.

Era tal el prestigio que tenía dentro y fuera de la Orden, que fue elegido por tres veces provincial de Castilla: 1598, 1602 y 1607. Se preocupó de publicar textos de los agustinos y promovió la creación de cátedras de Filosofía y Teología en diversos conventos y abiertas a los laicos. Impulsó la recolección en varios conventos de agustinas, como Éibar, Medina, Valladolid, Palencia y otros. Activó el proceso de beatificación de S. Juan de Sahagún.

En 1623 fue presentado como obispo de Ciudad Rodrigo, donde dio muestras de prudencia, flexibilidad, gobierno y como obispo virtuoso y limosnero, aunque sólo pudo estar un año, ya que fue nombrando arzobispo de Santiago de Compostela 1624. En esta sede hizo la visita diocesana, a pesar de su elevada edad y puso en ejercicio sus virtudes de pastor asceta y trabajador, aunque su gobierno duro dos años, ya que falleció en 1626.

Como se ya se ha comentado, Fr. Agustín Antolínez forma parte de del grupo de sabios y escritores agustinos célebres de su tiempo. Durante los años que ejerció diversas cátedras en la universidad de Salamanca facilitó textos explicativos a sus alumnos, pero además escribió sobre temas diversos textos : “libro de Job”, sobre la predestinación, los salmos y una introducción a la Sagrada Escritura. Se preocupó de la hagiografía agustiniana y escribió la biografía de Santa Clara de Montefalco y San Juan de Sahagún, que son obras muy destacadas como literatura religiosa. Además publicó varias obras de espiritualidad mística que le incluyen entre los escritores destacado de la época. Una obra importante de su faceta como reformador fue “Regla dada por Nuestro Padre San Agustín a las monjas. Constituciones para la nueva recolleccion dellas”.

Además de su faceta como obispo y reformador de las agustinas, Fr. Agustín Antolímez es uno de los grandes intelectuales y escritores agustinos del siglo de Oro, junto a Fr. Luis de León, Alonso de Orozco y muchos más.

Fr.  Ricardo Paniagua