Historia y personajes

Escrito el 23/11/2023
Agustinos


Convento de la Madre de Dios de Gracia de Palamós

 

Este convento pertenecía a la parcialidad de Cataluña, que formaba parte de la Provincia Agustiniana de la Corona de Aragón, y estaba situado en la villa de Palamós, provincia de Gerona. Era un convento pequeño que pasó por muchas desgracias, ya que al estar en la costa sufrió los ataques de los piratas berberiscos, y su cercanía con la frontera francesa le acarreará varias invasiones.

Se afirma que la fundación fue en 1568 bajo la advocación de Nuestra Señora de Gracia, situado en un promontorio sobre el puerto y la población, llamado Sa Punta, pero apenas existe información de los primeros años. La imagen de la Virgen y la capilla de la misma se convirtieron en una atracción para los habitantes de la zona y era muy querida de los palamosinos. El convento era pobre y apenas tenía propiedades, por lo que vivía en gran parte de las limosnas.

En estos primeros años residió en el convento el Venerable Hermano Fr. Basilio Cordero, que sobresalió por el cuidado a los pobres, a los que llevaba algunos de los pocos alimentos del convento, que había tomado el hábito el año 1600. También destacó por su devoción a la Eucaristía y a la Santísima Virgen. Murió en Blanes, cuando volvía de una peregrinación que hizo al santuario de la Virgen de Montserrat.

La comunidad estaba formada por unos diez religiosos, y con ese número se mantuvo hasta la Guerra de la Independencia. En la peste de 1650 que asoló Barcelona, vinieron al convento de Palamós varios religiosos del convento de Barcelona para refugiarse de esa desgracia. En 1694 -95 la villa sufrió el asedio de las tropas francesas que consiguieron entrar y derribaron el convento de los agustinos, ya que por su situación estratégica fue un objetivo militar.

Tras esa destrucción del convento, los agustinos tuvieron que refugiarse en el hospital de pobres de la población, pero a partir de 1724 comenzaron la construcción de un nuevo convento e iglesia sobre los restos del anterior. Poco tiempo después las autoridades se lo impidieron, obligándoles a trasladase al interior de  pueblo, para construir el Gobierno en su solar un cuartel. Los agustinos se quedaran en el hospital donde procedieron a adecentar un convento nuevo.

Debido a la pobreza de la comunidad la edificación fue muy lenta, pudiendo inaugurar la iglesia en 1791. No muchos años después llegó la invasión francesa en 1808 y la expulsión de los agustinos, como sucedió en gran parte de los conventos de España. Esa ocupación dejará las instalaciones muy dañadas y así las encontraran los religiosos cuando vuelvan en 1815. De nuevo fueron expulsados en el Trienio Liberal de 1820, por no tener un número suficiente de religiosos.

En 1824 volverán los agustinos y permanecerán hasta la desamortización de 1835. Con esa medida el edificio pasará a las autoridades municipales que le convertirán en una escuela municipal, abierta hasta 1848. Después de ese año se puso a la venta el convento, instalando en sus espacios una fábrica de corcho. Todavía en 1920 se conservaba la iglesia, aunque sin uso. En 1991 se derribo lo que quedaba, conservando algunos restos del antiguo claustro, que hoy se han integrado en un parque llamado del Convento de los Agustinos.

Fr.  Ricardo Paniagua