Sabías que…

Escrito el 17/11/2023
Agustinos


 

"La corrección fraterna"

A mediados del mes de junio del año 2021, comenzábamos este apartado de “Sabías que…” y lo quisimos centrar en dar a conocer el contenido de las Constituciones de la Orden de San Agustín.

Sí, ese documento desconocido para todos los que no son agustinos, donde se señala su estilo de vida y de trabajo y la espiritualidad que los tiene que animar, alentar y alimentar.

Pues, como todo lo que empieza tiene un final, hoy va a ser el último día en que hablemos de las Constituciones. Hemos llegado al final de este documento, y lo vamos a hacer hablando de la corrección fraterna, algo difícil, pero muy necesario entre los seres humanos si queremos avanzar y mejorar en la vida.

Y es que, a nadie le gusta que le corrijan, que le llamen la atención, que le digan que algo no está viviendo o haciendo adecuadamente, que es perjudicial para él mismo o para los demás. La vanidad, soberbia, orgullo, la cerrazón, no nos permiten ver lo errado de nuestro actuar.

Pero es necesario corregir. La caridad que debe reinar en los corazones y el amor a la Orden de San Agustín, tienen que mover a la Comunidad entera - a los Superiores y a cada uno de los Hermanos - a ayudar a aquellos Hermanos que necesiten dicha corrección por su propio bien espiritual y el de la comunidad.

Los Superiores, a los que está en primer lugar encomendado el cuidado, sobre todo espiritual, de los Hermanos, esfuércense por liberarlos de sus dificultades o peligros, vigilando, ayudando, exhortando y advirtiendo. Una corrección que tiene que hacerse con benignidad, caridad y paciencia.

Concluyen las Constituciones de la Orden de San Agustín diciendo lo siguiente: “Conceda el Señor que, con la común cooperación de todos, nos unamos con más fervor a Cristo, logremos mayor prosperidad en la vida de la Orden y obtengamos frutos más abundantes en nuestro apostolado”.

(Constituciones de la Orden de San Agustín 506-526)