Píldoras de San Agustín

Escrito el 27/11/2023
Agustinos


 

Hola, qué tal, cómo estás.

La semana pasada, en muchas ciudades de España, se han encendido las luces puestas por calles y plazas en honor de la próxima navidad. Asimismo, ya están a la venta en mercadillos, tiendas y grandes almacenes, los elementos para adornar nuestras casas, entre ellos, el árbol y el belén.  

El ambiente del fin de semana que acabamos de concluir ha sido el inicio de lo que va a ser nuestra vida hasta que finalice el año o, mejor dicho, hasta la fiesta de los reyes magos de enero del 2024.  ¡Calles, bares, restaurantes y comercios abarrotados de gente!

Todo esto nos hará sentir alegría, que la vida es una fiesta, y que nos gustaría que todo el año tuviera este ambiente. Y no me estoy refiriendo al ambiente de fiesta cristiano, que es lo que deberíamos celebrar por el nacimiento de Jesús. Sino a ese otro que nos entra por los sentidos de nuestro cuerpo, y que nos ha calado tanto a creyentes y no creyentes. Esa felicidad efímera, pasajera, ese amor manifestado en fechas determinadas.

San Agustín nos invita a mirar más allá, a sentir y hacer cosas que nos otorguen una vida sin fin. Escuchemos al santo.  

 “Amemos la vida eterna. Aprendamos cuánto deberemos esforzarnos por obtener la vida eterna de aquellos que aman la vida presente y trabajan por conservarla. Trabajan mucho, se esfuerzan mucho, muchos gastos, mucha importancia, mucha atención y mucho cuidado son sacrificios para poder vivir un poco más. ¿Qué se debería hacer para vivir por siempre”

 (Sermones 127, 2

Oración

¡Señor; no te dejaré hasta que tú no hayas recogido todos los fragmentos de mi dispersión y de mi deformidad y los unas y consolides para la eternidad en la paz de nuestra querida patria celestial, Dios mío, mi piedad!

(Confesiones 12, 16)