Píldoras de San Agustín

Escrito el 01/01/2024
Agustinos


 

¡Hola, qué tal, cómo estás!

Me imagino que con algún kilo de más en el cuerpo y con algo de sueño y cansancio por las trasnochadas de estos días de fiesta. Pero hoy comienza un nuevo año y todos nos planteamos cambios en nuestra vida de cara al futuro.

La tradicional frase “año nuevo, vida nueva” que pronunciamos en el día de hoy, es el deseo manifiesto de que las cosas que no nos gustan en nuestra vida personal, familiar, social, económica, política, cambien, se hagan nuevas.

De ahí vienen los propósitos, las buenas intenciones, los nuevos proyectos, los retos que nos plantemos en estas fechas. Ahora bien, todo esto no se logra de un día para otro, ni va a venir del cielo, como se suele decir. Los cambios los vamos trabajando cada uno de nosotros día a día, esfuerzo a esfuerzo.

Lo bueno que tenemos los creyentes es que estamos convencidos de que no estamos solos en esta tarea. Contamos, desde nuestro nacimiento, con la presencia de Dios en nuestra vida. Una presencia que actúa en nosotros como una Luz que nos alumbra e ilumina.

Así también lo expresa San Agustín en el siguiente texto:

“Obviamente, si pudiéramos ser iluminados por nosotros mismos, nunca estaríamos en la oscuridad, porque estamos siempre con nosotros mismos. No ceas ser luz para ti mismo. La Luz es aquella que ilumina a toda persona que viene al mundo”.

(Enarraciones sobre el salmo 25,11)

Oración:

“La felicidad es alegría en la verdad porque es alegría en ti, Señor, que eres la verdad, mi luz, mi salvación, mi Dios”.

(Confesiones 10, 23)