Píldoras de San Agustín

Escrito el 29/04/2024
Agustinos


 

¡Hola, qué tal, cómo estás!

Cristo ha resucitado ¡Aleluya! Seguimos con el tiempo pascual.

Dejamos a un lado la semana pasada, donde los agustinos han celebrado dos fiestas: el día 24 la conversión de San Agustín, y el día 26, Ntra. Madre del Buen Consejo, y comenzamos una nueva. 

Sí, una nueva semana que tiene en el miércoles el comienzo del mes de mayo, el cual lo hace con la fiesta de San José, de los trabajadores. Y, continua el domingo 5, en España, con el día dedicado a las madres. A todo esto, el mes de mayo la Iglesia católica lo dedica a la Virgen María, madre de Jesús y madre de los cristianos.

Es un mes netamente mariano, de rezo del rosario, de cánticos, de flores a la Virgen María. A esa madre que estuvo siempre al lado de Jesús aquí, en la tierra, cuidándolo, amándolo, desde que fue engendrado hasta su muerte y resurrección. Y, después, cuando ella murió, fue llevada en cuerpo y alma a los cielos, para que esté eternamente junto a su Hijo Jesús.

Este es un privilegio que tiene solo María, por ser su madre. Los demás cristianos, cuando peregrinan en este mundo, acceden a Jesús a través del sacramento de la eucaristía, tal como lo indica San Agustín retomando las palabras que dijo Jesús:

“Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre no estaréis conmigo en la vida” dice el Señor. Come la Vida. Bebe la Vida. Entonces tendrás la vida y ésta estará completa. El Cuerpo y la Sangre de Cristo serán la vida para toda la persona con esta condición: lo que se come visiblemente en el sacramento, debe ser comido espiritualmente en la verdad misma”.

(Sermones 131, 1)

Oración:

“Dame a ti mismo, Señor, pues te amo. Y si esto no basta, haz que te ame aún más ardientemente”.

(Confesiones 13, 8)