"El tiempo precioso"
En la última edición de nuestro espacio “Sabías que…” hemos dejado a Agustín como nuevo obispo de Hipona. Su sueño de dedicarse plenamente a la contemplación de la verdad con sus queridos amigos en el monasterio, ya no va a ser posible. Su vida cambia radicalmente.
Ahora, la mayor parte del día y de los días los pasa administrando justicia. Sí, lo que oyes, porque en aquella época de gran corrupción, donde la ley que prevalece es la del más fuerte, el obispo es considerado como el árbitro que no se deja sobornar.
De esta manera, numerosas personas acuden a él, sobre todo los pobres e indefensos. Agustín es famoso por administrar justicia con rectitud, rapidez y sin tener en cuenta la clase social, el dinero, las influencias políticas o la religión de las personas.
Otra de las cosas que hace es visitar las cárceles, con la finalidad de interceder ante los responsables en favor de los presos, para que no sean maltratados, torturados.
Agustín también se dedica a viajar por los caminos del África romana. Son visitas pastorales que buscan enseñar y fortalecer la fe de los católicos y ver cómo actuar frente a los herejes.
Escribir cartas es una más de las ocupaciones del santo. Es necesario buscar las noticias, informarse, pedir lo que se necesita. Y, a la inversa. Como Agustín es el sabio de su tiempo en las ciencias del mundo y en las cuestiones religiosas, le escriben todo tipo de personas con toda clase de cuestiones y solicitudes.
El resultado de todo este trabajo epistolar es que han llegado hasta nosotros más de doscientas cincuenta cartas.
Y, cómo no, también hay que considerar el tiempo que Agustín dedica a la actividad litúrgica, a la predicación.
No hay duda de que, viendo la vida tan ajetreada que lleva el santo nos preguntamos ¿cuándo puede estudiar, leer, rezar? Pues no le queda otra que por de noche. Así, nos encontramos con un Agustín que de día trabaja, y de noche reflexiona, estudia, reza.
Finalmente, si hay algo para lo que siempre tiene tiempo el obispo de Hipona es para visitar y atender a sus amigos y hermanos que viven en comunidad en el monasterio, y que son para él lo más preciado.
¡Pero de esto, hablaremos en el próximo capítulo de “Sabías que…..”!