Historia y personajes

Escrito el 09/05/2024
Agustinos


Fr. J. Facudno Sidro Villaroig, Provincial de Aragón

Uno de los religiosos que ejerció más responsabilidades en la Provincia Agustiniana de Aragón a finales del siglo XVIII y XIX, fue el valenciano Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig, tres veces provincial, que estuvo presente en todos los capítulos provinciales desde 1786 hasta 1815, ejerciendo las máximas responsabilidades, además de emprender la reforma de los estudios y escribir textos básicos de Teología para la formación de los aspirantes. En los años de su gobierno va a tener lugar la invasión napoleónica de la península y la guerra, que ocasionó graves destrucciones en los conventos agustinos y el cierre y saqueo de los mismos. Tras el paréntesis que sufrió la vida religiosa de 1808 a 1814, volverá la situación a la normalidad, aunque unos años más tarde se producirá el cierre definitivo y la extinción de las provincias agustinas españolas en 1836. 

Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig nació en Castellón de la Plana el 7 de agosto de 1748. Sus padres fueron D. Manuel Sidro, escribano real, luego juez de francos y secretario del Ayuntamiento de Valencia y Dña. Micaela Villarroig. Estudió gramática antes de ingresar en el convento San Agustín de Valencia. Los Villarroig fueron una familia importante de la ciudad de Castellón y en esta ciudad hay una calle dedicada al agustino. Vistió el hábito de novicio en Valencia, cambiando su nombre de Felipe por Juan Facundo en honor del santo agustino Juan de Sahagún. Obtuvo el grado de Maestro en Artes en la universidad de Valencia, en un tribunal presidido por catedrático de Matemáticas Fr. Rafael Lasala, que años más tarde será nombrado obispo auxiliar de Valencia y titular de Solsona. Se graduó de maestro de Teología y se examinó de varias cátedras y escribió varias textos, destacando “Institutionum Chistianae Theologiae libri viginti, 1782 – 1789 4 vols.” que es su obra más importante.

Una de sus grandes contribuciones fue la creación de una excelente biblioteca y laboratorio de Física en el convento valenciano. La biblioteca del convento de San Agustín de Valencia alcanzó su apogeo con Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig, y ha sido considerada una de las más grandes y valiosas de los conventos españoles, además de contener un gran laboratorio de instrumentos de Física, Química y Matemáticas. Como escritor y teólogo destacó dentro y fuera de la orden agustiniana con su obra de carácter teológico más importante titulada: “Instituciones de la Teología Cristiana”, escrita en latín y desarrollada en cuatro tomos, que se publicaron en Valencia en los años 1782-83 los dos primeros, y en 1787-88 los dos últimos, con un total de veinte libros y más de 400 páginas cada uno de los tomos. El libro de Fr. Juan Facundo se adoptó en la universidad de Valencia y en todos los centros de estudios agustinos de Valencia, Cataluña, Mallorca y Menorca, así como en otros de formación de agustinos de España, como los de la Provincia de Castilla y Andalucía.

Pero uno de los escritos por lo que ha sido conocido fuera de la Orden es “El fraile en las Cortes. Resentimiento sobre la sesión de las cortes del 18 de septiembre de 1812. Vosotros me obligasteis a ello”. El motivo que llevó a Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig a escribir el folleto la expone en la introducción preliminar; su escrito se debe a que en esa sesión se trató sobre la ocupación de los conventos y bienes de regulares por parte del gobierno de Cádiz.

En general, Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig fue un intelectual con una sólida formación, que llevó a cabo una reforma de los estudios en la Provincia de Aragón, potenció la biblioteca conventual en Valencia y mantuvo una postura favorable a la reforma de regulares y a la convocatoria de un concilio. Ello le llevó a exponer su pensamiento frente a las legislaciones de las Cortes de Cádiz, que algunos tacharon de tradicional, palabra difícil de aplicar sin matices al agustino valenciano.

Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig murió en 1816 a los 68 años, retirado de las más altas responsabilidades en el pequeño convento de Rocafor, cerca de Valencia, dejando tras de sí una vida entregada a la Orden de San Agustín y en el ejercicio de sus competencias en el gobierno y el estudio.

Fr.  Ricardo Paniagua