Habla San Agustín

Escrito el 25/06/2024
Agustinos


 

Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life

Alegría que es ceguera

Todos los malos que hay han sido ordenados así: cada uno es dañino para sí, y todos son dañinos para todos. Apetecen lo que no puede amarse sin la propia ruina y lo que fácilmente se les puede quitar, y así se lo quitan unos a otros cuando se persiguen mutuamente. Y, porque aman los bienes temporales, sufren aquellos a los que se les quitan, pero los que se los arrebatan se regocijan. Esa alegría es ceguera y suma miseria, ya que esclaviza al alma y la arrastra a mayores tormentos. Pues también se regocija el pez cuando, sin ver el anzuelo, se lanza a la carnaza, pero cuando el pescador comienza a tirar de él, primero siente el tormento en sus entrañas, y, luego, pasa del regocijo a la muerte con el mismo cebo que le entusiasmó. Así, todos los que se sienten felices con los bienes temporales, se han tragado el anzuelo y con él viven la zozobra, pero vendrá un tiempo en que sentirán los graves tormentos que, con tanta avidez, han devorado. Y, por eso, en nada se daña a los buenos cuando les quitan lo que no aman, ya que aquello que aman y por lo que son felices, nadie se lo puede quitar.

San Agustín. El combate cristiano, VII,8