Sabías que…

Escrito el 12/07/2024
Agustinos


 

"El Misterio de Dios"

La mayor parte de los escritos de san Agustín surgen ante la necesidad de defender la fe, refutar los errores de los herejes, instruir a los fieles, estimular a los indecisos, animar a quienes aspiran a metas más altas.

No obstante, Agustín madura también proyectos personales en su interior. Uno de ellos, el tratado sobre la Santísima Trinidad, en cuya composición empleó más de 20 años.

Esto se debió a que, por una parte, tenía poco tiempo, dadas las necesidades urgentes de la Iglesia que le obligaban a interrumpir el trabajo. Y, por otra, la obra tenía que madurar a base de largas y pausadas reflexiones.

Quién no recuerda el encuentro que tuvo el santo con un niño, mientras paseaba por la playa meditando sobre cómo era posible que tres Personas diferentes (Padre, Hijo y Espíritu Santo) pudieran formar un único Dios.

El niño, había excavado un hoyo en la arena y metía en él el agua del mar que, una y otra vez, traía con una concha. El santo, lleno de curiosidad, le preguntó al niño qué hacía. Este le dijo, intento meter toda el agua del mar en este hoyo. Pero esto es imposible, le replicó Agustín. Pues lo mismo que tú, le dijo el niño, que pretendes comprender con tu mente finita el misterio de Dios que es infinito.

Por eso, se puede afirmar que, seguramente, el tratado sobre la Santísima Trinidad es la obra más profunda de cuantas escribió el santo. Dicho escrito constituye el mayor monumento levantado por Agustín a Dios: Dios Uno y Trino. Unidad de esencia y Trinidad de personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Aunque cada una de las Personas es Dios, no existe más que un único Dios.

De esta manera, el obispo de Hipona también hace frente a una herejía de aquel tiempo que negaba la existencia de la Santísima Trinidad. Eran los arrianos. Para ellos sólo el Padre es Dios, el Hijo no es Dios,  sino la primera y más excelente de las criaturas hechas directamente por Dios Padre. Y, el Espíritu Santo, tampoco es Dios, es la primera de las criaturas obra del Hijo.

Pero, bueno, dejamos a Agustín con su obra de la Santísimo Trinidad y, el próximo día, en nuestro apartado de “Sabías que….” le veremos en su faceta de predicador.