Historia y personajes

Escrito el 26/09/2024
Agustinos


Colegio de Doña María de Aragón, Madrid

El colegio madrileño de Dña. María de Aragón, también llamado de la Encarnación, fue el segundo convento que tuvieron los agustinos de la Provincia de Castilla en Madrid, junto al de S. Felipe el Real. Hoy los restos del mismo, aunque muy transformados son el emplazamiento del Senado de España.

Este colegio fue fundado por Dña. María de Aragón, dama de la reina Ana de Austria, cuarta esposa de Felipe II, que era hija del noble Álvaro Fernández de Córdoba, y que tenía como confesor al beato Alonso de Orozco, uno de los religiosos más prestigiosos en la época de Felipe II. Dña. María donó los fondos necesarios para la construcción del colegio que se inició en 1581 y que se prolongará a lo largo de muchos años, siguiendo los planos del arquitecto real Francisco de Mora. De manera provisional los agustinos Fr. Alonso de Orozco y dos más se trasladaron a unas casas cedidas por la fundadora.

La iglesia se inauguró en 1599 y el Consejo de Castilla encargó al Greco pintar seis tablas para el altar mayor, cuyo tema central fue la Anunciación, y por lo que recibió el mayor emolumento de su vida, unos 63.000 reales. Afortunadamente estos cuadros pasaron al museo de la Trinidad y después al Prado a raíz de la desamortización. El colegio terminó de construirse hacia 1609 y pudieron instalarse los agustinos, creando un colegio para sus estudiantes, aunque más tarde lo abrirán a seglares, estableciendo dos cátedras de Teología  y tres de Artes, y aumentando en el siglo XVIII con una de Matemáticas. Tuvo un gran prestigio en la ciudad y en la Provincia de Castilla, y en ella residieron agustinos célebres y estudiaron personajes destacados como Salustiano Olózaga y Ramón de Mesonero Romanos.

En 1809 el ejército francés convirtió el colegio en cuartel y desvalijó todo lo que encontró de valor. Al salir los franceses el gobierno de las Cortes de Cádiz se trasladó a Madrid y estableció en el colegio las Cortes del Reino, aunque a la llegada de Fernando VII en 1814 el colegio fue devuelto a los agustinos. De nuevo en el Trienio Liberal, de 1820 a 23, fue confiscado y usado para establecer Las Cortes. Tras la caída de ese gobierno volvió a ser recuperado por los agustinos, pero con un número reducido de miembros y en condiciones deplorables.

El final del colegio, como el resto de los conventos españoles, fue la desamortizado de 1835 y expulsados sus residentes. Por tercera vez el local fue convertido en sede de las Cortes, después de sufrir muchas transformaciones y así ha llegado hasta nuestros días, en que es sede del Senado Español.

 

Fr.  Ricardo Paniagua