Sabías que…

Escrito el 10/01/2025
Agustinos


 

"Castidad perfecta"

Señalábamos en nuestros programas anteriores de “Sabías que”, algunos de los medios existentes para que los religiosos y religiosas agustinos cumplan con la finalidad de la Orden, y vivan la espiritualidad agustiniana.

Entre estos medios estaban el encuentro continuo con Dios y con los hermanos, y la comunión de los bienes materiales. En el caso de hoy, vamos a ver otro de los medios, el de la castidad perfecta.

Para San Agustín, quien desee entrar como religioso o religiosa en alguna comunidad agustiniana, ha de estar dispuesto y capacitado para vivir la castidad, no por creer que el matrimonio es malo, sino por el Reino de los Cielos.

En este tema, el obispo de Hipona no prohíbe que los religiosos o religiosas vean a las personas del otro sexo. Lo que él dice es que no hay que desearlas o querer ser deseados por ellas. Por eso indica que el trato con las personas del otro sexo tiene que ser siempre correcto y equilibrado.

Agustín insiste en que no hay que ser casto solo físicamente, o sea, no entrando en contacto corporal con otras personas, sino que hay que ser casto también en el corazón. En este tema de la castidad perfecta, la mente, el corazón y el cuerpo tienen que ir juntos, remar en la misma dirección.

Dos realidades pueden ayudar a los religiosos y religiosas a vivir la castidad. La primera es la toma de conciencia de la presencia de Dios que mora en lo hondo del corazón cristiano. San Agustín se expresa así: “Aunque alguien pueda escapar a la atención o vigilancia de los demás, ¿podrá ocultarse a Dios, que todo lo ve?”.

Y, la segunda, es la propia comunidad religiosa. Esta ha de proteger la castidad de sus miembros. Así, Agustín les dice a los miembros de la comunidad, “guardad mutuamente la pureza”.

No cabe duda de que la castidad es un don de Dios. Pero un don que Dios otorga sirviéndose de los hermanos: De ahí que Agustín piense que “Dios que habita en vosotros, os guardará de este modo por medio de vosotros mismos”. 

Y, hasta aquí, nuestro encuentro de hoy. El próximo día seguiremos hablando en el espacio “Sabías que”, de otro de los medios para ser buen y santo religioso agustino, la obediencia.