"Las Constituciones de la Orden de San Agustín"
En nuestra anterior conversación de “Sabías que”, hemos dicho que el día de la profesión religiosa, cuando se hacen los votos de pobreza, castidad y obediencia, se le entrega a cada hermano un librito titulado “Regla y Constituciones de los Hermanos de la Orden de San Agustín”.
Este librito contiene la doble norma conforme a la cual debe ajustarse la vida religiosa agustiniana. Por una parte, está la Regla, que es la norma básica donde está expresado el espíritu de la Orden y que no se puede cambiar. Y, por otra parte, están las Constituciones, donde se explicita ese espíritu de la Regla, la completan y la acomodan a las circunstancias cambiantes de los tiempos. Así que, en el día de hoy, vamos a conversar sobre las Constituciones.
Comenzamos por decir que las primeras Constituciones de la Orden de San Agustín fueron elaboradas en la asamblea de fundación de la Orden, en el año 1244. Y, fueron aprobadas, por el papa Inocencio IV y, más tarde, por el papa Alejandro IV.
Hay que señalar que, desde el s. XIII hasta el s. XXI, las Constituciones han variado teniendo en cuenta las circunstancias, tanto de los religiosos, como del mundo que les rodea, adaptándolas también a los cambios que se producen en la lglesia. La última modificación de las Constituciones ha tenido lugar hace quince años, en el 2008.
Dicho texto tiene dos partes muy diferenciadas. La primera trata sobre el origen de la Orden, su naturaleza, el carisma que tiene, el fin que busca y el testimonio que tiene que dar. Como se puede ver, es la parte espiritual, teórica, donde se ponen los fundamentos de la vida religiosa agustiniana.
Por otro lado, la segunda parte es más legalista, va al detalle de las cosas. En ella constan las normas o leyes que se deben cumplir, en la vida de cada día, para vivir plenamente la espiritualidad agustiniana en todas sus dimensiones.
Una espiritualidad que, para que se pueda vivir con alegría y esperanza, necesita cuatro patas, como una silla. La primera, tener experiencia de Dios; la segunda, vivir en común con otros hermanos; la tercera, compartir los bienes materiales y, la cuarta, trabajar, evangelizar, tener un apostolado.
Hasta aquí hemos conversado sobre las Constituciones, el marco jurídico que guía a la Orden de San Agustín.
En la próxima edición del espacio “Sabías que…” hablaremos de otras cosas. ¡Te esperamos!