Historia y personajes

Escrito el 18/09/2025
Agustinos


Los estudios en la provincia de Andalucía en el siglo XVIII

 

La Provincia de Andalucía tenía algunos conventos grandes que poseían estudios superiores, como Sevilla, Córdoba y Granada, sobresaliendo el de Sevilla y el colegio de San Acacio en esa ciudad. Estos colegios fueron creados por los agustinos en las ciudades universitarias, y en ellos residían los religiosos que tenían cátedras y un grupo selecto de profesos presididos por un rector. Por esta razón en San Acacio de Sevilla estudiaron agustinos distinguidos de la provincia de Andalucía. En los conventos agustinos se pusieron en práctica los nuevos planes de estudio que proponía la Corona y el prior general. Uno de los colaboradores del General en esa empresa fue Fr. Gutiérrez de Tortosa, que había sido enviado a Roma como secretario particular del P. Vázquez en 1759. Elegido Asistente para España en 1769 y reelegido en 1775, colaboró en la obra del General que le destinó a España como rector de su provincia en 1780, donde puso el mayor empeño en la regeneración de los estudios, de acuerdo con las directrices superiores.

Una primera medida que adoptó fue desterrar de las aulas la Filosofía peripatética y ordenó que se leyese la Filosofía por los autores modernos, uno de ellos era Salvador Rugieri del seminario de Nápoles, que tenía un manual que fue traído de Roma por el P. Gutiérrez de Tortosa. Instituyó cátedras de estudios en Sevilla, Córdoba y Granada. Cuando se leyeron las conclusiones de los profesores agustinos en la Universidad de Sevilla siguiendo la Filosofía moderna, recibieron el aplauso de alumnos y profesores por la modernidad de la argumentación, y lo mismo sucederá en Córdoba. Esta labor de cambios en la formación seguía las órdenes dictadas por las autoridades que habían ordenado se estableciese la Filosofía moderna en universidades y colegios. Las conclusiones de Filosofía y Teología leídas en actos públicos en varios conventos de Andalucía, llamaron la atención de la publicación de ese tiempo “Memorial Literario”, que señaló los progresos realizados en esa reforma, ratificando el alto concepto que tenía sobre los agustinos de Andalucía.

Entre los más fervientes seguidores del P. Gutiérrez estuvo Fr. Marcos Cabello López, que dictó los nuevos cursos de Filosofía y Teología en el convento de Córdoba. Fr. Marcos Cabello había estudiado en el colegio de San Acacio de Sevilla, y en el capítulo de 1780 fue destinado a Córdoba para explicar Filosofía moderna, según la obra de Rugieri, Hubo un acto público el 21 de mayo de 1785 en Córdoba en que se defendieron las conclusiones de la Filosofía moderna, que recibieron felicitaciones de profesores y alumnos, alabando la modernidad de la exposición. En el mes de octubre comenzó a explicar  Teología siguiendo el texto del provincial de la Corona de Aragón y catedrático de la universidad de Valencia Fr. Juan Facundo Sidro Villarroig, titulado “Instituciones de la Teología Cristiana”. Tres años después fue nombrado Regente de Estudios en Córdoba permaneciendo en el cargo hasta alcanzar el grado de jubilado. El año 1804 fue elegido obispo de Guadix-Baza, donde murió en 1819.

Le siguió como Regente de Estudios Fr. Rafael Leal, otro agustino destacado y discípulo del P. Cabello, que había sido ponente de las conclusiones en Córdoba. Era natural de Córdoba y en esa ciudad profesó y realizó los estudios de Filosofía que le enseñó el P. Cabello. También pasó por el colegio de San Acacio de Sevilla para estudiar Teología e hizo la carrera de cátedras en Badajoz, Cádiz y Córdoba, de donde volvió a Cádiz, y allí murió a la edad de 36 años en la epidemia de fiebre amarilla de 1800. Tenía unas altas capacidades que no pudo ejercitar en su amplitud por la temprana muerte. Era también poeta y un entendido arqueólogo.

Otro de los agustinos brillantes en la segunda mitad del siglo XVIII fue Fr. Antonio Fabre, gran erudito, prior de varios conventos y Regente de Estudios del colegio San Acacio de Sevilla. Participó como discreto en el capítulo general de 1786, y por orden del Prior General actuó de presidente en el capítulo provincial celebrado en abril de 1798. Se dedicó a la literatura, historia natural y al estudio de las antigüedades Reunió una hermosa colección de monedas antiguas y de medallas, y organizó un gabinete de historia natural.

Gracias a estos religiosos, y sobre todo al provincial Fr. Gutiérrez de Tortosa, la Provincia de Andalucía introdujo la modernización del sistema de enseñanza de la Teología, siguiendo autores agustinos como la de Fr. Facundo Sidro Villarroy que se adoptó como texto en esta provincia religiosa. Recoge A. Llordén sobre los estudios de los agustinos de Andalucía que según los Memoriales literarios de 1786 tenían un buen método para los estudiantes, como se comprobó en las “Conclusiones de Filosofía y Teología” que se defendieron en varios conventos que llamaron la atención de los sabios, alabando los progresos hechos en las ciencias, y dando un juicio muy elevado de los agustinos de Andalucía al decir que podían gloriarse de ser los primeros en el estudio de la Filosofía.

Fr. Ricardo Paniagua, OSA