EDUCAR PARA LA PAZ
Ante muchas situaciones de conflicto y violencia
que vivimos, la familia es el mejor lugar
para aprender a valorar y promover la paz
y la no violencia.
La paz tiene mucho que ver con otras realidades,
como la justicia, la igualdad de oportunidades,
la convivencia. También tiene relación
con la defensa de los propios derechos.
Optar por la paz no significa renunciar
a los derechos personales, sino que es una apuesta
por defenderlos desde la firmeza, pero sin violencia.
En nuestro día a día hay muchos momentos
en que los derechos entran en conflicto:
desde quienes se cuelan en el supermercado
a los que no respetan los turnos…
Si reaccionamos violentamente, estamos enseñando
a nuestros hijos a responder así.
Debemos mantener la calma y ser firmes,
defender nuestros derechos
sin agredir de ningún modo.
En el aprendizaje de la paz y la no violencia
importa mucho la actitud personal.
No podemos educar para la paz
si no creemos en ella por encima de todo.
La paz es un hecho concreto, pero también
un estilo de vida, que defiende opciones claras
ante el enfrentamiento y aboga
por la resolución pacífica en vez de por el conflicto.
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Almanaque 2017, 25 de mayo.