ORACIÓN DE ADVIENTO
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
- El tutor lee el siguiente texto:
Señor, Jesús, renueva en nosotros el amor, que descubramos a Dios Padre-Madre que nos ama entrañablemente; que nos lleve a apoyemos sólo en su Palabra, que es roca verdadera; despierta nuestra sensibilidad para mirar el mundo con los ojos de la ternura; queremos ser buenos, estar alegres porque tú estás cerca. Mueve nuestro corazón a la compasión solidaria para con los pobres. ¡¡VEN SEÑOR JESÚS!!
(El tutor previsamente ha preparado unos regalos, caja de regaldos, envueltos en la capilla-oratorio o sala del Colegio)
- Se enseñan los regalos que estarán en la capilla al lado del altar y se sostienen en la mano. Viendo los regalos se lee el siguiente texto.
El regalo no es el envoltorio, es lo que hay por dentro
«Las personas somos un regalo. Algunas están magníficamente envueltas; desde el primer vistazo son atrayentes. Otras están envueltas con papel muy ordinario. Algunas han sido estropeadas por el correo. A veces, es posible que tengan una distribución especial.
Pero el envoltorio no es el regalo. A veces, el regalo es difícil de abrir, y hay que buscar ayuda. ¿Quizás porque da miedo? ¿Quizás porque hace daño? ¿Quizás porque ya ha sido abierto y menospreciado…?
Yo soy un regalo y, en primer lugar, un regalo para mí mismo. ¿He mirado bien en mi interior? ¿Tengo miedo de hacerlo? Quizás no he aceptado nunca el regalo que soy yo. Es posible que, dentro de mí, haya alguna cosa distinta de la que imagino. Quizás no he descubierto nunca el regalo maravilloso que soy yo».
Como regalos que somos, ofrecemos cada día hermosos sentimientos a los demás, maravillamos con palabras el reflejo de sus miradas y maquillamos de sentido cada pequeña interacción que tenemos con el mundo. Por eso es tan importante que nos asomemos al mundo con la firme convicción de que SOMOS UN REGALO.
- Leer el texto: Jesús entra en tu casa.
A pesar de todas tus resistencias, Jesús conoce el fondo de tu corazón… y sabe que necesitas de Él… Él se sienta contigo y con todos los tuyos… y te pide tu propia vida…
DÉJAME TU HISTORIA. Déjame tu historia, entrégamela, tal como esté escrita, vivida, recordada; quiero convertirla en tu historia de salvación. Aquellas primeras ilusiones, tu primer amor, tu primer recuerdo…
Déjamelos. Déjame también tu rebeldía, los tramos oscuros en los que sentiste y sigues sintiendo que no estás conforme, que no entiendes, que no quieres vivir aquello que vives, que no sabes por qué a ti, qué quiere decirte Dios en todo eso…
Ofréceme a tu familia, con sus luces y sus sombras, con sus alegrías y sus dificultades… Déjalos en mis manos… y todo irá cambiando, poco a poco, no tan rápido como tú quieres o del modo que quieres… Déjamelos… Confía en Mí, como confió María. Déjame ser tu guía y tu faro y te prometo que pisarás la tierra de la felicidad. Y RECUÉRDALO SIEMPRE: ERES UN REGALO PARA DIOS. SÉ TÚ UN REGALO PARA LOS DEMÁS (SILENCIO).
Gesto para finalizar:
Nos ponemos de pie, todos unidos, formando un gran círculo O UNIÉNDO NUESTRAS MANOS COMO FAMILIA. Reconocemos que es Dios quien nos salva, nos da la alegría de vivir, Él nos hace fuertes...
Elevamos nuestras manos reconociendo que es nuestro Dios quien nos da la fortaleza. Es el Dios que acampó entre nosotros, en nuestro mundo, que acompaña la historia, que camina al lado de cada ser humano, que comparte las alegrías y las angustias de toda la humanidad... Alzamos nuestras manos reconociendo nuestro agradecimiento...Y LE DECIMOS: AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD.
PADRE NUESTRO REZADO…
COMO CONCLUSIÓN Y SI SE PUEDE: CONTINÚA LA ORACIÓN EN CLASE Y QUE HAGAN UN REGALO O PIENSEN UN REGALO QUE SE PUEDEN HACER UNO AL OTRO, O QUE DIGAN UNA COSA BUENA DE LOS COMPAÑEROS, O QUE PIENSEN EN CÓMO PUEDEN SER UN REGALO ESTAS NAVIDADES PARA SU FAMILIA, ETC.