Querida Virgen de Lourdes:
Lo sabes muy bien… Nos está tocando un tiempo de mucha enfermedad; la sentimos muy cerca: en la propia vida, en la de tantas personas próximas y queridas… en tantos hombres y mujeres; en todas las partes del mundo. Un mundo herido. Lo sabes muy bien y estás ahí, como siempre, ofreciéndonos confianza y ánimo. Tu mano nos conduce al Señor y en Él está nuestro descanso. Él es el que sana los corazones destrozados y venda las heridas (Cfr. Sal. 146).
La pandemia del Covid 19 nos pone delante la enfermedad con todo su realismo; y nos asusta, porque vemos nuestra propia fragilidad, frustración e impotencia. Hoy celebrando tu día, y ante tu mirada siempre maternal y atenta, recordamos a todos los enfermos: los de las nuevas enfermedades y los de las enfermedades de siempre. Que ninguno pierda la esperanza.
Madre de Lourdes, que la fuerza de tu ternura y de tu intercesión llegue a todos los enfermos del mundo. Que todos puedan tener el tratamiento adecuado y la compañía de sus seres queridos; esa compañía que alivia tanto el sufrimiento. A tantos que están en los hospitales, muchas veces solos, confórtalos. Y a quienes sufren una enfermedad que ya no se puede curar dales la fortaleza que necesitan para poder mirar más allá con confianza.
Esta es hoy, madre, nuestra oración contigo por todos los que sufren enfermedades. Son tus hijos queridos, madre buena, y no dejarás de cuidarlos.