Música: Revirie. Scoot Buckrey
Trabajo digno
EL TRABAJO DIGNO
A Ti, Señor, que durante tanto tiempo ganaste el pan con tus propias manos
trabajando con José en Nazaret,
te dirigimos hoy nuestra oración por tantas personas que sufren en este tiempo y entre nosotros la dolorosa realidad del paro.
Muchas pueden ser las causas que las han llevado a esa situación, aunque ahora, lo sabes bien, es la crisis provocada por el coronavirus la que está detrás en una gran cantidad de casos.
Haber perdido el trabajo y no encontrar uno nuevo; ver como el tiempo pasa sin poder empezar a trabajar, implica vivir en condiciones económicas muy difíciles y ajustadas para muchas familias que dependen de esos salarios.
Y, a veces, llega el desánimo porque las oportunidades no se concretan,
porque son muchas las puertas que se van cerrando, porque todo queda en buenas palabras…
La urgencia puede hacer necesaria la solidaridad, la ayuda al que lo necesita.
Pero el derecho hace necesaria la justicia.
También la desesperación asoma a la vuelta de la esquina porque se mete muy dentro la idea de no valer, de no poder… No se ve horizonte, no se ve futuro. La tristeza invade los corazones.
El trabajo nos dignifica, nos permite realizarnos, nos hace “creadores”.
Con el trabajo se desarrollan los talentos que nos diste y así nos sostenemos, crecemos y avanzamos.
Señor, escucha nuestra oración por aquellos para quienes cada día es una batalla por acceder a un derecho que a ninguna persona debería faltar. Sostenlos a todos con tu fuerza y tu gracia.
Mueve nuestros corazones, nuestra inteligencia y nuestra voluntad para encontrar entre todos caminos y soluciones que no dejen a nadie en la cuneta.
Ilumina a los responsables de las políticas laborales y a los agentes sociales para que poniendo lo mejor en la búsqueda del bien común, se pueda hacer realidad para todos ese deseo que hoy brota en nuestra oración: que todos puedan vivir con un trabajo digno.