Domingo XV Tiempo Ordinario 11 de julio de 2021
Marcos 6, 7-13
El Señor Jesús en el evangelio de este domingo envía a sus discípulos a la misión, a predicar, a dar la Buena Noticia a todos, yendo de camino de dos en dos.
Cuando san Agustín comenta este pasaje habla de los predicadores que son enviados a los caminos “comportémonos como si fuéramos de camino: los más rápidos, esperad a los más lentos y caminad todos a la par”.
Pero hay predicadores que no buscan las cosas de Dios, sino sus propios intereses, anuncia por oportunismo.
“¿Qué he dicho, pues? Quien saluda en el camino saluda ocasionalmente, pues no se dirigía hacia el que de hecho saluda. Traía una cosa entre manos, pero le salió al paso otra. Se dirigía a hacer una cosa y se le cruzó otro quehacer. ¿Qué es, por tanto, saludar ocasionalmente? Anunciar la salud por oportunismo. Pero ¿qué otra cosa es anunciar la salud, sino predicar el Evangelio? Luego si lo predicas, hazlo por amor, no por oportunismo”.
“Hay, en efecto, hombres que anuncian el Evangelio buscando otra cosa. De ellos dice el Apóstol lamentándose: Todos buscan su propio interés, no el de Jesucristo (Flp 2,21)”.
Por eso san Agustín nos dice que, aunque estos predicadores no lo hacen del todo bien, “también ellos hacen algo y se obtiene provecho de ellos. Buscan otra cosa, pero anuncian a Cristo. No te preocupes de lo que busca el predicador; quédate con lo que anuncia. No mires, ni te interese lo que él pretende”.
Aprendamos de estas palabras de san Agustín, escuchemos la voz de quienes nos predican las palabras de Dios, aunque algunas veces hay que seguir lo que nos dijo Jesús: "Haced y cumplid todo lo que os dicen, pero no les imitéis, porque ellos enseñan y no practican." (Mt 23,3)