AVE MARÍA
(Escuchando el Ave María, de Tomás Luis de Victoria)
“La Virgen lo formó en su seno: formémosle nosotros en nuestro corazón. La Virgen estuvo grávida por la encarnación de Cristo; que nuestras almas estén grávidas por la fe en Cristo. La Virgen dio a luz al Salvador; demos nosotros a luz la salvación y la alabanza. No seamos estériles; seamos fértiles para el Señor (Sermón 189, 3, 3).
Elevado por sones de Victoria,
estoy cerca de ti, Virgen María;
numen celestial son sus melodías,
reflejo, el más sublime, de la gloria.
¡Gratia plena!: oración, jaculatoria
que, envuelta en magistral polifonía,
colma de gozo toda el alma mía
convirtiéndose en luz de mi memoria;
belleza suma que en acordes presa
transforma mi sencillo corazón
cual noche iluminada por la autora.
Santa María, de pecado ilesa,
queriendo estar contigo a cada hora,
te elevo mi plegaria hecha canción.
Nazario Lucas, OSA