El hombre...
“En el hombre, una cosa es lo que él es, y otra lo que puede. A veces, en efecto, es hombre y no puede lo que quiere; a veces, en cambio, es hombre de forma que puede hacer lo que quiere. Así pues, una cosa es su ser, otra su poder, ya que, si su ser fuese lo que su poder, podría cuanto quisiera. Dios, en cambio, que no tiene una sustancia para ser y otra potestad para poder, sino que, por ser Dios, le es consustancial cualquier cosa que es suya y cualquier cosa que él es, no es de un modo y puede de otro modo, sino que a una tiene el ser y el poder, porque a una tiene el querer y el hacer”. (Trat. Ev. San Juan, 20, 4, XIII).
Se ha colmado la edad de la hermosura
y pido que el recuerdo de mil cosas
acompañe las canas sin agrura,
sin hedor de marchitas rosas rojas.
¿Por qué vivir inmerso en la amargura
cultivo de semillas lastimosas,
que aglutinan dolor en la andadura,
que asolan el amor y la dulzura?
El sembrador espera que la espiga
sublime su sudor y su fatiga.
Nazario Lucas Alonso