Noviciado Agustinos Sur de Europa

Publicado el 26/02/2021
Agustinos

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Noviciado agustiniano para el Sur de Europa “Esteban Bellesini”.

Toda llamada de Dios, toda vocación, necesita una respuesta por parte de la persona llamada. En la vida consagrada, como en otros ámbitos, la respuesta se va perfilando poco a poco. Un periodo importante dentro de este proceso es el año de noviciado. Es un año clave en el discernimiento vocacional. En el noviciado se empieza a experimentar de modo profundo lo que luego será la vida como consagrado. Digamos que es como un laboratorio, un aprendizaje vital, una primera toma de contacto con la realidad de la vida religiosa en una orden o congregación determinada y con un carisma propio. Los agustinos tenemos ubicados noviciados en diferentes partes del mundo. Este que os presento está en Pavía, en la Lombardía al norte de Italia. Es el noviciado del sur de Europa, es decir participan los agustinos de Italia, Malta y España. En este momento, el noviciado lo forman dos novicios italianos, Gian Maria de 27 años y Nicolò de 25, y un equipo de formación de tres personas: el maestro (español), el vice-maestro (eslovaco) y el prior (italiano) que también es prior de la comunidad que reside en el convento. Como veis un noviciado internacional como internacional es la Orden de San Agustín. La comunidad tiene encomendado el trabajo pastoral en la Basílica de san Pietro in Ciel d’Oro, lugar donde se custodian los restos de Nuestro Padre san Agustín.

Durante este año de noviciado, los novicios visten el hábito agustiniano de color blanco. Significa que son frailes no porque hayan profesado los votos religiosos de castidad, pobreza y obediencia, sino porque, sin haberlos profesado todavía, quieren empezar a vivirlos y hacer realidad este compromiso. Por eso, el noviciado significa discernimiento, profundización, descubrimiento, aprendizaje a través de la oración, del estudio y de la vida comunitaria. Es un tiempo para encontrarse frente al Señor que llama y ser capaces de dar la respuesta adecuada. Por eso, no es un año para participar en apostolados sino para hacer un viaje interior con serenidad y sin prisas. Podríamos decir que es un año para retirarse y encontrarse con uno mismo. Y siempre, como agustinos, en comunidad porque para nosotros consagración y vida comunitaria son dos elementos inseparables.

Parecería que un año es mucho tiempo para estar reflexionando y discerniendo sobre la propia vocación pero no lo creáis. Vivimos en una sociedad donde falta el tiempo para discernir, para el silencio y para el encuentro personal con el Señor. Una sociedad con mucho ruido y bastante superficialidad. Por eso, el noviciado es el año de pararse, escuchar y responder desde el corazón a lo que Dios quiere de nosotros.

El noviciado termina con la profesión de votos temporales de un año de pobreza, castidad y obediencia. Profesión temporal significa que cada año se renovarán estos votos hasta tener la certeza de querer consagrarse a Dios de manera perpetua. Es una profesión temporal con deseos de perpetuidad.

Y hasta aquí esta primera aportación. Os saludo a todos desde Pavía junto a la tumba de san Agustín y os invito a rezar por las vocaciones a la vida religiosa agustiniana.

P. Enrique Martín

Maestro de novicios