Orando con San Agustín

Agustinos


Piense el hombre antes de hablar

 

“¿Por qué, pues, no nos damos cuenta de que en nosotros mismos amamos el mismo amor con el que amamos cualquier bien amado? Pues hay un amor con el cual amamos aun lo que no se debe amar; y este amor lo odia en sí el que ama aquel con el que se ama lo que debe ser amado. Cierto, pueden existir los dos en un hombre; y el bien del hombre consiste en que, avanzando el que nos hace vivir bien, vaya retrocediendo, hasta su curación completa, el que nos hace vivir mal, y se trueque en bien toda nuestra vida”.  (La ciudad de Dios, XI, 28)

PIENSE  el hombre antes de hablar,

reflexione bien su mente,

observe que si es prudente

valores suma sin par.

En los tiempos que hay de amar

recuérdese que hay momentos

bonitos en pensamientos;

indispensable es vivirlos,

obligado compartirlos

sin ocultar sentimientos.

                   Nazario Lucas Alonso