Beato Esteban Bellesini

Agustinos


Betao Esteban Bellesini

 

Esteban nació en Trento (Italia), el 25 de noviembre de 1774. Hijo de una familia acomodada, hizo el noviciado en Bolonia y emitió la profesión religiosa como agustino en mayo de 1774. Ordenado sacerdote en 1797 vivió un tiempo en el convento de san Marcos de Trento hasta su cierre en 1809. Se le considera “un educador para el pueblo, un pastor para los pobres” (J. Luis Galdeano).

Enamorado de la educación, llegó a ocupar un puesto importante en la administración pública del distrito de Trento. Puso en práctica intui­ciones pedagógicas geniales que, más adelante, popularizó san Juan Bosco. Nombrado maestro de novicios y párroco murió en Genazzano mientras asistía a los fieles enfermos de peste.

Suprimidas por el gobierno las casas religiosas en su región, abrió en su propio domicilio una escuela infantil gratuita. Al reconocimiento de la población se sumó la autoridad civil nombrándole Inspector de educación del territorio de Trento.  Consideraba la pedagogía como una misión que solo se puede fundamentar y sostener con una espiritualidad atenta a las necesidades de los otros. Cuando ya había abandonado la docencia, fue llamado a Roma por el Padre General de la Orden y desempeñó durante algunos años el cargo de maestro de novicios.

En 1826 fue enviado a Genazzano donde dedicó los últimos años de su vida al ministerio parroquial. Fue amigo de Dios, de los niños, de los ancianos, de los libros y del libro por antonomasia, la Biblia. Maestro ejemplar y celoso párroco, contrajo la peste atendiendo a sus fieles. Murió el 2 de febrero de 1840. Sus restos reposan en la Basílica de la Madre Señora del Buen Consejo de Genazzano. En el convento se conserva la habitación y algunos efectos personales utilizados por el beato. El P. Esteban goza de popularidad en toda la región de Lazio. Fue proclamado beato por el Papa Pío X el 27 de diciembre de 1904. Es el primer párroco elevado a los altares, pocos días antes que Juan María Vianney, el “santo Cura de Ars”.

En 2004 – con ocasión del I Centenario de la beatificación del P. Bellesini  (1904– 2004) – el arzobispo de Trento Mons. Luigi Bressan, escribía: “El beato Esteban Bellesini se revela a través de sus obras un precursor de modernidad, no solo por haber promovido la escolarización de todos, sino por el concepto de educación que él desarrolló: por eso su pensamiento reviste una sorprendente actualidad  para el noble arte de la pedagogía”.