Orando con San Agustín

Agustinos


Jesús cae por  pirmera vez

“Dios necesitó sólo de una palabra para crearnos, pero hubo de derramar su sangre para redimirnos. Así pues, cuando te sientas frustrado por tus miserias, recuerda lo que has costado”. (Sermón  36, 8). 

¿Cómo has caído tan bajo, Cristo?

Aterrado, contemplas el cielo.

¿Es mucha la fatiga? ¿Es que el suelo

nunca tan cerca lo habías visto?

Espinas coronan tu cabeza,

exánimes tienes ya las venas.

¿Es tanto tu dolor, tanta tu pena,

que humillas, divina fortaleza?

Impotente arrastras el madero.

Fue más fuerte Isaac subiendo al monte.

Tú tienes marcado el horizonte:

el Ara propicia del cordero.

Mas... ¿qué tiene, Cristo, tu mirada?

¿Venganza, dulzura, compasión? ...

¡Lejos yo de Ti,  siento tu perdón;

la afrenta que sufres, por mí es llorada!

                   Nazario Lucas Alonso