Orando con San Agustín

Agustinos


El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz

 

“La patria es maravillosa. El camino que conduce a ella es duro. Nuestra patria es la vida con Cristo. El camino es la muerte de Cristo. Nuestra morada es la casa de Cristo. El camino, los sufrimientos de Cristo. Si no te pones en camino, ¿cómo vas a llegar a la patria?”  (Comentario al evangelio de san Juan,  28, 7).

Ausentes estuvieron tus amigos

-algunos se mostraron bravucones-

cuando fue necesario ser testigos

enfrentándose a esbirros y sayones.

Imposible que subas calle y rúas;

te flaquean las fuerzas, Nazareno;

te hacen sangre los golpes y las púas

y yo, quedando quieto, te condeno.

                   Nazario Lucas Alonso