Orando con San Agustín

Agustinos


Injusticia deplorable

“La injusticia del enemigo es la causa de que el sabio declare guerras justas. Y esa injusticia, aunque no fuera acompañada de la guerra, simplemente por ser tara humana, debe deplorarla el hombre (La ciudad de Dios, XIX, 7).

Dispersas en la campiña

hay amapolas sangrientas

segadas por la guadaña

-rival de la sementera-.

Apostados y escondidos

en cenagosas trincheras

soldados hay de ambos bandos

armados hasta las cejas

anhelando que algún día

llegue el final de la guerra.

Se echan palomas al cielo

porque de paz son emblema,

mas… es truncado su vuelo

por letales escopetas.

¿Qué habrá que hacer en el mundo

para que semilla nueva

con sazón prenda en el surco?

¿Cuándo estarán las trincheras

cubiertas de hierba verde

que al calor del sol florezca?

¿Cuándo podrán las palomas

volar hacia las estrellas

sin que al ángel de su ala

lo mate una metralleta?

¿Llegará el día en que el vate

sea divino profeta

y no agorero cruel?

¡Dejad al vate y su vena,

que loas nos cantará

y no dolorosas saetas!

¡Hay que mellar la guadaña!

¡Que las amapolas crezcan!

                   Nazario Lucas Alonso