Orando con San Agustín

Agustinos


Emaús

“Consuélete la fracción del pan. La ausencia del Señor no es ausencia; ten fe, y contigo está Aquel a quien no ves.  (Sermón  235, 3).

Hacían el camino dos amigos

de Jesús. Comentaban

compungidos de dolor. Las estrellas

brillantes iluminaban sus huellas,

sus rostros de mendigos.

Caminante forastero a su lado

se pegó. Comentaron

el suceso ocurrido y alcanzaron

la casa, do la hoguera

crepitaba, humeante carbonera.

Los criados trajeron a la estancia

lámparas y faroles,

guirnaldas y manteles.

De pronto, se envolvieron las crueles

dudas en andanadas de fragancia:

Paz intensa ha brotado del manjar

e ilumina los ojos de dos hombres

que hicieron el camino

comentando sus dudas, sin llamar

a los hechos ocurridos por sus nombres.

¡Era el Maestro el peregrino!

¡Oh fuerza del amor y de la fe,

oh milagro inefable del contacto!

 

                   Nazario Lucas Alonso