Paz contigo
“Quien no se acuerda de Dios en el descanso y el ocio, ¿cómo va a acordarse de él en las prisas y en los trabajos? En cambio, quien se acuerda de Dios en el reposo se capacita para no olvidarlo ni siquiera en el trabajo, a fin de que su mismo trabajo no desfallezca”. (Comentario al salmo 62, 15).
Quiero tu paz y estar en paz contigo,
dulce paz que sellaste Tú en la cena,
la paz del santo –libre de cadena-,
paz que no teme pena ni castigo.
Quiero la paz que ofreces siendo amigo;
busco la paz servida en la patena,
paz que vivió contigo la docena,
paz de la que yo quiero ser testigo.
Tú viniste a traer la paz al mundo
-con ella levantaste polvaredas-
audaz comienzo de una paz más honda
cuando el amor es sangre en una onda
o desgasta los pies en las veredas.
Quiero, Jesús, hacer tu amor fecundo.
Nazario Lucas Alonso