Orando con San Agustín

Agustinos


Encarnación

 

“Esta es aquella leche de párvulos que adaptó a nuestro paladar pasando el pan por la carne. Pues en el principio, aquel pan de ángeles era el Verbo; mas para que el hombre comiera pan de ángeles, el Creador de los ángeles se hizo hombre. Y así, el Verbo encarnado se nos hizo receptible a nosotros”.  (Comentario al salmo  109, 12).

El divino misterio se ha humado

y en música sublime y armoniosa

alimenta -comida muy sabrosa-

con celestial voz al hombre salvado.

Son las notas del músico inspirado

mensajeras de música gloriosa,

angelical noticia, portentosa,

que une al Creador con el creado.

Oh misterio inefable y escondido,

fontana de silencio y armonías

que llevas hacia ti al hombre cautivo

y transformas su pena en alegrías

dejando su espíritu transido

sitiendo de tu voz las melodías.

                   Nazario Lucas Alonso