El gobierno de Dios
“De tal forma gobierna Dios las cosas que creó, que las deja a ellas ejercitar y realizar sus propios movimientos”. (La ciudad de Dios, VII, 30).
Bajó la luz y se abrazó al color
y amasaron los dos bella redoma
con gotas de rocío y con aroma:
criatura natural cuajada en flor.
Qué bella irisación, oh Creador,
anhelo de la veste de paloma,
almizcle puro que el ambiente aroma,
criatura natural llamada flor.
Yo quisiera fuera mi corazón
frágil y luminoso, incandescente,
sementera de estambre luminoso
regado por un amplio cangilón
conductor de la savia transparente
capaz de hacerme dador generoso.
Nazario Lucas Alonso