Conocedor mío, que yo te conozca...
“Conocedor mío, que yo te conozca como tú me conoces. Virtud de mi alma, entra en ella, amóldala a ti para tenerla y poseerla sin mancha ni arruga. Esta es mi esperanza, por eso hablo. En esta esperanza fundo mi alegría cuando mi alegría es sana…”. Confesiones, X, 1, 1)
HOY siente mi alma alegría profunda,
capaz de restañar abierta herida
en vena, cual cisura
que en ahogamiento abisma.
Mi alegría le da respiro al alma
que sufre la fatiga
y que abre el pecho al aire, como en vuelo
la tortolilla herida.
Presagio de bonanza este contento
que ahora me ilumina;
viene a decirle al corazón y al alma
que ha vuelto a mí la dicha.
Intuyo la razón de lo que siento,
esta esperanza mía:
que en el mundo aminore el sufrimiento,
que dé fruto la flor de la alegría,
que se tengan fraternos sentimientos
que lleven a vivir en armonía.
Nazario Lucas Alonso